Reflexión de Miércoles Santo, agradecimientos por bendiciones recibidas
Jesús se queda en Betania. Simón, el leproso que habÃÂa sido curado por Jesús, invita al Señor a comer en su casa, por lo agradecido que le estaba. Mientras están comiendo, entra en la casa una mujer del pueblo llamada MarÃÂa; rompe un frasco de perfume carÃÂsimo y lo echa a los pies del Señor. Los besa y los seca con sus cabellos. A Jesús le gustó ese detalle de cariño.
Es entonces cuando Judas busca a los jefes del pueblo judÃÂo y les dice: "¿Qué me dais si os lo entrego?". Ellos se alegraron y prometieron darle dinero.
¿Eres agradecido como Simón por las veces que a ti también te he curado de tus pecados? Cada vez, después de confesarte, dale gracias por haberte perdonado.
A Jesús le gustará que hoy tengas algún detalle de cariño con Él, como MarÃÂa. Piensa ahora uno concreto y regálaselo ya.